martes, 27 de octubre de 2009

PREAMBULO


La oscuridad acechará
tu luz de linterna,
los lobos de cartón
están aullando
entre tus trozos
de dolor descarnado.
Una calavera
que se comió un desierto
te abrasa por dentro.
Absurdo dédalo
de pasiones y locuras,
enjambre inhumano
que nos hace mortales
en las esperas.
Como el abrir de ese libro
que muere
cuando el fin
come corazones...
Presagios moribundos
me atisban.
Faroles de papel
alumbran brumas
en el previo instante
de mi pincelada...

2 comentarios:

  1. “La oscuridad acechará tu luz de linterna.” Hay frases que nacen libros, enciclopedias!!, diría yo. Genial, simplemente eso, genial.

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  2. Hay seres, como el Uno y El Otro que abrevan de una fuente misteriosa, en donde se nutren para dar vida a las palabras, que esparcen como una espátula, la miel sobre el pan, que apetece, y crea adicción.
    ¿Qué puedo decir sino seguir apostando a que la palabra sea el juego de abalorios que se sucede luego de locos o sensatos intercambios, que invitan a que cada uno pueda fundir en el verbo su alma luminosa, mientras el común de los mortales se demoran en la oscuridad de absurdas reflexiones.

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