miércoles, 7 de octubre de 2009

Sandeces y memeces.


“Siento con la cabeza y pienso con el corazón”. Me dijo con sus oídos el señor Amparo, ¡os lo juro!, lo escuché con mi propia boca.

Me dormí al cobijo de mi despertador, su “riiiiing riiiiing” mece mi tregua y ésta se abriga de sueño. Desperté con alaridos de silencio….es curioso como de dormido veo más que de despierto, ojos abiertos a neblina me hacen fruncir el ceño.

Cuando acudo a ti eres tú la que vienes, yo solo sigo mis piernas y ellas tus quereres.

Bocadillos de agua sacian este hambre que tengo y se empapa con vasos de arena. Mi orto, alfarero, da forma a amasijos de arcilla.

4 comentarios:

  1. Eso es poner la carne en el asador para no comerla. Abrir una lógica al surrealismo... abarcar otros campos menos trillados hasta hallar la pauta creativa. Excelente escrito.

    ResponderEliminar
  2. No me llevo muy bien con el surrealismo, el muy cabrón duele por incierto y falso. Lo existencial es lo que hay y lo demás a soñarlo. A vosotros os daba yo garfio del capitán para que dejarais de soñar un rato..

    ResponderEliminar
  3. Muy bella y linda esa manera tan tuya de crear. Da un poco de grima verte con el pimiento en la sien. Un rostro que me descorazona para bien.

    ResponderEliminar
  4. Cuando no puedes asirte a lo existencial lo mejor es circular por las riberas del sueño. Uno Mismo empuñó valientemente su arma para ir en pos de él. Ni los ungüentos orientales pudieron calmar la reacción purulenta del puta parió con que apuntaba su sien.

    ResponderEliminar