lunes, 5 de octubre de 2009

Mareo.



Cuando me mareo ni me muevo, me quedo prieto en mi corsé de huesos, con los ojos duros y afilados, con el tacto abierto a todo lo prosaico. Mareado, dispongo en posición de alerta todas mis defensas; no protejo ni mi feudo, ni mis bienes más preciados. Pecho al aire, masco dientes y molares, tenso venas….se me hinchan las mandíbulas de ira. No vomito por ser presa de un ahínco desnutrido, guardo viento en mis pulmones para fuegos enemigos. Veo ataques en tus rimas de sonetos malhirientes, duermo poco y callo todo por saberme destructivo. Cuando me mareo siento heridas de alfileres en la risa de tu boca……un cadáver que jadea por tus labios se pasea. Que es veneno tu saliva en mi saliva, que me mata tu ironía, tu quebranto me da alas y planeo por tu lecho mascullando tu presencia.…….¿qué presagio de imposturas palidecen tu cintura?…..que te toma mi querer para saciar su sed, emborrachándome el ánimo de piel…

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