Agujetas.

Solo siento agujetas cuando no camino, cuando me torno sedentario y observo sin formar parte del paisaje. Andando los caminos me relajo, miro a lo inmóvil y me apiado de su quietud. Pienso en sus agujetas, sus doloridos músculos impávidos por el no hacer. Invito con mis víveres a que participen del recorrido, a hacerlo suyo y que formen parte de él…..una simbiosis entre el andante y lo andado, un fagocitar caminos por los pies del caminante. Mis suelas y el pavimento adquieren una misma función, que no es otra que la del peregrinar por estampas improvisadas con las que nos sorprende la vida.

Para otro rato el postrarme, el desabrochar mis jadeos, llegará otro tiempo de lechos y hamacas…..de respiración acompasada y tragos de agua.
Ahora vente!, ¡¡vamos!!......que me agota este descansar cansino, mi esqueleto quiere vibrar con mis andares, mis zapatos chocar de bruces contra los suelos y subir colinas que me atajen hasta los cielos.