jueves, 14 de mayo de 2009

BELLEZA SUBLIMINAL


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No fui al colegio, hubo protesta y cierre del centro educativo cuando se inició mi propuesta de ingreso, era muy fuerte para profesores, padres y alumnos soportar mi fealdad, horrenda creación, oséa que mi abuela con su luto eterno y solemne,agarrándose a su paga de pensionista y a una casa que se caía a trozos de la herencia de su padre se lo hizo con su nieto feo y me trajo a una maestra en paro. Me daba clases sin pestañear, muy eficiente, siempre me hablaba dándome la espalda,aprendí a escribir y tambien a leer, luego se fue. Dando como pretexto que más tiempo a mi lado le haría cambiar su personalidad, se creía una top-model cerca de mi horrenda fealdad, y ella en el fondo sabía que tampoco era para tanto, y fue por eso su adiós.
Viviendo con mi abuela yo tenía al día dos responsabilidades básicas y necesarias, iba a por el pan y tambien al supermercado en la calle Zorrilla, estaba a dos manzanas...
... Tanto la panadera como la dependienta del supermercado me atendian con lástima pero con un transfondo de amor, por el roce y mi categoría como cliente. Por ser un rostro mal conjuntado,
el trato de ellas hacia mí era especial, algo que me hacía sentirme vivo aunque no deseado, eran consideradas en la forma, algo muy de agradecer.
Cuando me iba con lo comprado tanto de un sitio como de otro al exterior de la calle, sentía a mis espaldas risas apuñalándome, algún comentario lascivo que mis oidos captaban, sabian mi recorrido, siempre hacía el mismo. Me escupian algunos a la cara y yo en lo más hondo sabía que amar era la única esperanza. Una vez me deprimió el envoltorio que me tiene y no fue agradable, era capaz de insultar al mismo Dios que el cura tiene encima del altar, me sentí agresivo y mi fealdad aumentaba.
Se agrandaba en mi cara contraída o desconjuntada o tal vez en mi alma había un hongo maligno que me podría la vida. Y fue por eso que a la hora de la siesta y cuando mas plomizo era el sol yo me iba a las afueras. A mi pueblo lo bordea en su exterior un polígono de fábricas que hacen zapatos y luego un poco mas allá hay naranjos y mas naranjos, es un sitio mixto, venden naranjas a España y tambien al extranjero, viene mucho moro a llenar cajas y tambien a las fábricas...
... Y era por eso que cuando mas apretaba el sol y a la hora de la siesta me iba a los naranjos a ver el vuelo acrobático, casi suicida de los negros mirlos y pensé para mis adentros que el único amigo que tendría no sería de mi especie, hice un bebedero con una red para atrapar algún mirlo sediento, seguro de que un pájaro no enjuiciaría mi fealdad.

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