lunes, 20 de abril de 2009

Domador de palabras.


Un energúmeno me crece dentro y lo callo y lo aplaco…..al menos de momento. Silencio a la bestia con un taburete y látigo de esparto. Quiere devorarme con palabras convulsas e indomables. Me intenta abrir la boca para emerger de ella en toscas provocaciones, absurdo animal que amarro a conciencia. Amanso su furia con una sonrisa. Atento, escucho en silencio y se queda dormido. Dentro se queda el ruido de luces que resta de sepia mi tenue promesa.

1 comentario:

  1. vestida de claro oscuro mi conciencia interpreta un telón de velos, que esconden a los ojos de los demás esa bestia energúmena que te tiene y te toma desde dentro hasta morir en tu látigo. Soy tu muro de contención entre la criatura y tu límpida mirada.

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