viernes, 25 de septiembre de 2009

SIESTA

Desde la llanura que abrazan mis pies, en ese caminar que quiere volar y nunca despega, transita mi yo.
Aquí estoy dando saltos, desafiando a la gravedad, elevándome una ínfima porción del suelo, a ver si atisbo sin medida de tiempo, el plumaje luminoso de algún ángel que vuele raso.
Harto de cansarme de saltar me deje llevar por Morfeo, en sus manos me desprendió la envoltura como si pelara una naranja...Morfeo me mostró que los Dioses aman y sufren.
Vi en un presagio a Narciso enamorado a medias y, Venus dolida, surcaba en canales de lágrimas sus ojos ennegrecidos por el rimel de Neptuno.
Era un poema para mí, verla dialogar cada noche con las flechas de Cupido. No soportaba compartir a su amado con él mismo, preso de su reflejo.
Sin tiempo, sin medida, , sin prisas, aún con todo eso, Venus quería a Narciso en su totalidad.
Ahora los titanes luchan en mi corazón, del estruendo mi mirada vuelve al mundo y mis pies a caminar, de vez en cuando daré algún salto que otro.

3 comentarios:

  1. Leerte es despertar y renegar de mi deidad.

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  2. Te echas una cabezadilla vespertina y te cargas a medio Olimpo. No sé si serás tan buen roncador como soñador. Me encanta leerte y no aceptes la abdicación de Morfeo. Que él continue siendo el guardián. Tu, sueña y cuenta.

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