Son tu proa y mi proa, llevan la nave a los confines del principio, abanderados con la enseña del volver a empezar. Donde el inicio aún no se resuelve por incompleto y fracturado….por recién parido.
En ellos me veo diminuto, es todo un ejercicio de proeza definir mis fronteras al sentirlas líquidas, duele su piel en mi piel hasta más allá de los sentidos. Tiendo a acaparar sus risas como propias, cuando no me pertenecen en absoluto, nacen puras y libres y las recoge el aire y éste las lanza al cielo que se abre de par en par con intención de llover desparramos de algarabía, tormentas de carcajadas.
Ellos custodian, vigilan y dirigen esta nave que, azarosamente, fluye entre trompicones y caricias…..nuestros piratas inacabados.
Querido Luis, me emociona y comparto contigo las palabras que muestran el sentimiento frente a lo maravilloso de la infancia.
ResponderEliminarEstos piratas con estatura de ángeles dirigen la nave entre las olas de sus ingenuos viajes.
Nos encaramamos a sus sonrisas y cuchicheos y somos cómplices de su epifanía.
Por inacabados, no pueden ver más allá de sus narices y nosotros somos su dársena a donde se amarran y desamarran pero siempre luchando contra viento y marea.
¡¡¡ Eres un padrazo con un capazo que desborda sensibilidad !!!!!!!... Menos mal que sigues en el mecanismo que te lleva a tí mismo.
ResponderEliminarBello texto que me deja reflexionando. Te dejo un beso, cuidate. Lindo leerte.
ResponderEliminarSus ojos,sus risas,sus estallidos ... Son todo éso,pero también el que me hayan convertido en adulto sin demasíadas miserias,con derecho a roce,sabiendo donde tengo que mirar para saber a donde quiero llegar.Convirtiéndome en viento alentador
ResponderEliminarNo se si me gusta más la foto o tus metaforas encadenadas que te definen como un padre maravilosamente sensible. Me sorprendes muy gratamente da gusto leer cosas tan bonitas.
ResponderEliminarxxx