Mi mano, azarosa, frota mi cuerpo de esponja.
Brújula de un mapa sin norte, circula a sus anchas, entre ríos y charcas.
Las yemas se pierden, en pliegues de piel erizada de rabia. Mi impulso, robusto, cabalga entre estepas de nácar….y ¡tenue!, salpica de besos tu espalda.
Mi mano se entrega y no tiene quien la detenga, se erige en ser reina de un mundo sumiso a su estampa. Los mares son tierras, que forman mis parcas fronteras; las tierras zumo de la fruta de dicha contienda.
La mano ya es mía, el cuerpo levita en una estancia prohibida….ya harto de vida..
Ay, hijo mío....a mí me lo vas a contar!!!!
ResponderEliminarJaaaaaaaaa, sorry, me río del comentario de arriba jaaaaaaaaaaaaaa. Sin palabras!
ResponderEliminarBesos!
=) HUMO
Ahhh que yo ya no fumo,hace mucho dejé esa lacra, solo doy señales de humo.
=)
Me dás tu sandía para las pobres de espíritu, que no pasen hambre!!!!!!!!!. Hermano mío.
ResponderEliminarEste post es fascinante,´instructivo, pedagógico y especial.
ResponderEliminarHas descripto un nirvana, con la sublimidad a la que estamos acostumbrados que se digan las cosas en este blog.
Besos.
SIL
Y yo que estaba convencida de que el único y gran onanista era Dalí !!! Llegué a su tumba en Figueres para rendirle homenaje y luego sin estar conforme con eso, otro año a Cadaqués a postrarme ante su barca y rendirle honores allí también. Porque el onanista no necesariamente es bueno o malo, noble o vil, bello o repelente, lo que sí tiene y no se discute, es una gran personalidad moral.
ResponderEliminarMuy bueno, muy bueno
Un abrazo
Vengo a dejarte mi saludo y buenos deseos para el 2010...
ResponderEliminarque éste llego cargadito de bendiciones y milagros!
Ali