jueves, 17 de diciembre de 2009

FANTASMAS


Falseado versos que la muerte maneja, cuando vino a tocarme, a besarme. Me embriagó su abrazo hacia su infinito fin. Espirales se centrifugan moliendo vivencias, haciendo polvo cósmico en tierra de nadie.
Como un fantasma con las sábanas sucias, escupiendo sangre del firmamento, vomitando la Osa mayor, harto de luz, sin sombra que me persiga ni reflejo que me dictamine: quién soy o de que forma soy...
Me siento la extrañeza en expansión que deriva sin cesar, que me arden más las entrañas que a ti tu corazón.
Te observa la esencia que soy desde ese vacío que a veces te succiona. Te absorbo, me fundo y me fusiono, hasta mas allá de tu latir onírico, así te presiento.
Soy los ecos de la noche cuando yaces en tu lecho de sueños. El alba con su luz y color te devuelve al día. Hasta el infinito otorgo para que tú resurjas.
Desde esta inmensidad que me hastía, yo soy el expectro que te ama, que vibra en el flujo de lo invisible y que ingrávido me diluyo al roce con tu cuerpo... algo que me estremece mas que el purgatorio de vuestros miedos.

3 comentarios:

  1. Fantasma o esencia, con ropaje o sin él, tienen en ti un mediador indeleble que se contiene a si mismo o se expande fuera de su órbita.
    Inquieres, conjeturas, urdes, y de las respuestas oraculares que de ellos recibes, te quedas con lo exacto para retratar a tu espectro que sin límites de luces o de sombras, traspasa las paredes del sueño para demostrar, que en la búsqueda como en la poesía, nunca se llega a la Meca.
    Un gran abrazo, compañero de ruta.

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  2. En tus relatos la profusión de imágenes explota en la vista.
    Es una sensación rara.
    Es como un caleidoscopio que enamora.
    Me cuesta explicar qué se siente al leer tus escritos.
    Entonces, me quedo en silencio virtual, y te mando un abrazo.


    SIL

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  3. Palabras que son como vapores que suben y se agitan en la mente como en una coctlera. Sin poder distinguir claramente qu´e contiene el cocktel, se que me gusta y me produce un ligero mareo, agradable, como un vertigo que me hace releer el texto, una y otra vez...Entonces, un poco embriagada, te mando un abrazo y te deseo un buen fin de semana.

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