viernes, 4 de diciembre de 2009

De regreso.


Se me entumecieron las ganas y mis letras, contagiadas, quedaron fosilizadas. Momentos de burladero a los que uno acude con el fin de evadirse hasta de sí mismo. Que no todo es escribir…..de hecho, si escribir pertenece a algo, creo que ese algo debería estar más próximo de la nada que del todo, solo que su nada es mentirosa y te conduce a un universo diminuto, una sala de espejos mágicos en los que fluyes indemne a eternidades siniestras, para relamerte en cada segundo de entrega. Cuando escribo, sufro una transformación y por momentos me convierto en cazador de “colorines colorados”, sin importarme la pieza, sin saber si reúno la suficiente fuerza para enfrentarme a ella, sin ni tan siquiera sopesar el riesgo de ser devorado por un amasijo de ideas que me rebocen de ola, para romperme en espuma, contra quebrantos y peñas.
Uso las letras como la arcada usa al vómito. Precede la intención, luego la experiencia, más tarde la reflexión y por último el vómito de letras. Conjuntos de reacciones en un maremagno de acciones, que te hieren y sanan, en el que te ves involucrado de manera casual o intencionada, poco importa, pero concreta y cierta.

9 comentarios:

  1. ¡¡¡Este blog empezaba a ser muy grande para mí... Bienvenido compañero de batallas!!!!

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de leerte Luis. Y sucede eh? El blanco suele bardear nuestros entrepisos. Es ahí cuando me pregunto de qué se nutre mi voz cuando queda desprovista de otras voces. Esas que no sabes de dónde vienen. Difícil sobrevivir en ese declive. Entonces se sale a cazar. Y se caza, metiéndose en terreno propio o ajeno, o cazas con el colorín colorado hasta caer rendido de cuerpo entero. Y luego la recompensa: Vomitas letras, para que el blanco, en su exaltación, no vuelva a ser el color límite.

    ResponderEliminar
  3. amigo de lejanas tierras, acabo de leer tu magnifico escrito,narrativa, ensayo...
    no se bien como definirlo...la sensibilidad te acompaña!!!
    un abrazo
    gracias por leer poemas, es complicado a veces
    un abrazo enorme y dale pasa por el blog si queres
    lidia-la escriba
    www.deloquenosehabla.blogspot.com

    ResponderEliminar
  4. Hermoso trabajo con gran calidad. Aplausos!! Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  5. Hay tanta gente aquí, que ya ni eco produce su estancia. Recuerdo un tiempo donde entrabas a esta cueva y te sentías tan solo que parecías multitud, ahora te sientes tan múltiple que pareces estar solo…..la gente tendemos a destrozar el hábitat del eco.

    ResponderEliminar
  6. Soy alguien de los tantos que han entrado en esta cueva para mantener mitos de origen y de iniciación desde el nacimiento hasta la muerte. Todo pasa a través de las palabras de Uno Mismo y de El Otro. Vienen de una luz que sólo es visible para los creyentes de un oráculo que predice la arquitectura de lo escencial. Claro que las almas agitadas no encontrarán aquí su anclaje. Este es un mundo donde las realidades, pasiones e ideas son transcriptas en un lenguaje poético que el intelecto libera.
    Esta cueva puede ser sombría. Nada te asegura que no te metas en un agujero negro, también puedes encontrar la luz en el umbral y como la ves te dices: Estos tíos están despiertos, ¿qué tal si subo? O pueden quemarte el corazón con la fuerza que emanan. Pero todo lo que se pueda encontrar es valioso para quien explora las entrañas humanas sin necesidad de destrozo alguno.

    ResponderEliminar
  7. Mientras no sea la cueva donde guardo los tesoros, podéis hacinaros a vuestro antojo en la gruta y en silencio, solo el eco de Barceló hablará por vuestras gargantas y si se pone pesado dejadle que os haga una catedral con sus vómitos.
    Palabra de Bucanero.

    ResponderEliminar
  8. GRACIAS POR TU COMENTARIO EN MI BLOG.
    ME CONMOVIÓ PROFUNDAMENTE.
    COMO SI HUBIERAS ADIVINADO EL ACERTIJO EN MI INTERIOR.


    UN ABRAZO.



    SIL.

    ResponderEliminar
  9. He descubierto en tu texto trocitos de mi yo, en esa busqueda de colorines colorados, en ese encontrarme con la nada en tardes de tristeza, en esa angustia de no reconocerme en los espejos...Ha sido un aut´entico placer pasear por tus letras.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar