martes, 15 de diciembre de 2009

Compañero del duro metal.



Desde esa estancia que adolece de ventana te escribo. Pretendo olerme para saberme de cerca y entablar cierta intimidad con mi presencia, que el ropaje sea mi piel y mi sombra la silueta. No es error tener sentimientos contradictorios, u opuestos, o malavenidos. El sentir de forma pura no otorga flores a un ojal desatado, más bien te deja sin chaqueta para no fundirte de calor; te ata a un pálpito, en vías de extinción, que mora en la honestidad.
Ni me siento en este suelo de esta estancia sin ventana, por notarme el esqueleto y apretar en mis adentros mi verdad, que es hermana de tus miedos. Es mi balsa tu torrente de aguacero, veo tibio el remolino que entumece tu sentir, que te creces por momentos entre aguas revoltosas, siendo puerto para barcos y ron para gargantas secas. Emoción tras emoción, creas brillos y reflejos, formas parte de ese faro donde habita tu farero.

4 comentarios:

  1. Te felicito acabo de descubrir tu blog por medio de una muy querida amiga, me he quedado prendada de tanta belleza escrita.
    Te seguire encantada
    Un besito Rosa

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  2. ES MAGICO! leer tu trabajo,con la sensibilidad a flor de piel!
    gracias!
    lidia-la escriba
    www.deloquenosehabla.blogspot.com

    dale pasa bezaso

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  3. Coincido con Lidia.
    Mágico es el adjetivo perfecto.
    Quizás me quede corta, para calificar tus escritos.

    Me alegra profundamente haber descubierto tu blog.

    Un gran abrazo.


    SIL

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  4. Me asomo a esta ventana, que quizas no hayas visto pero que te abre a los demas, y me gusta mucho lo que leo y releo para empaparme bien de las palabras que vas enlazando magistralmente.

    Un abrazo.

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