viernes, 18 de diciembre de 2009

COMERSE A UN DIOS


Vomito poetas cuando estoy loco de atar. En la absoluta soledad soy referente esperpéntico de esa musas caprichosas,que van y vienen a veces, a soplarme con lanzallamas hasta incendiar los bosques de mi alma.Soliviantan esos reflejos de espejismos, donde gira la incertidumbre del poema ese que amamanta el preludio de lo que persigo...
... Que se esconde, se agazapa en lo más hondo , hasta atravesar lo corpóreo dejando un reguero que embriaga y me ignoro en memoria de pez.
Siempre en el enigma del concepto reina la insatisfacción. Lo que hallo en mis búsquedas siempre es cercanía de lo anhelado, un sin vivir.
He cerrado a cal y canto mi corazón a posibles terciopelos que asperezan de tedio la fácil creación.
Me vienen arcadas que me avisan de un mar revuelto, echaré el sedal... esta noche si o si cenaré Neptuno al horno.

6 comentarios:

  1. Antes me ceno yo a mí mismo….que aún no me he probado y tengo curiosidad por saber a qué sepo. Prefiero seguir causándote insatisfacción y anhelo, para sacudir tu verso y que empape este mundo, de dioses de barro, con lluvia de tu maná.

    ResponderEliminar
  2. Ninfa de los bosques18 de diciembre de 2009, 14:01

    A mí esas musas me queman el haba antes que mi verde casa, que se acerquen, que me hago una parrillada con sus carnes y de paso poeta te invito al festín y te enseño los bosques si tu quieres...

    ResponderEliminar
  3. ¡¡¡Geniales!!! Tu texto y las respuestas de Neptuno y la Ninfa.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Siempre en el enigma del concepto reina la insatisfacción...//


    Tus palabras son mágicas.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. A propósito, si te queda una porción, acuérdate de mi, no creo que puedas tu solito con el Neptuno, que según parece, siempre ha gozado de un buen peso específico.
    Buen finde. Abrazo

    ResponderEliminar
  6. Hay mucho espejismo que segun te acercas, descubres que no es mas que humo que se esfuma. Ahi esta el reto, en separar polvo y paja e ir, poco a poco, desenmarañando la madeja enredada y buscando algunos cabos sueltos, que merezca la pena seguir. Lleva un poco de tiempo, pero se puede llega a conseguir.

    Tu texto genial.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar