jueves, 26 de noviembre de 2009

ORBITAMOS


No hay esperas eternas
cuando tus lágrimas
florecen el campo
sobre mi barbecho.
Alimentas mantos de vida
sobre mi estéril huida.
Me llegan los ecos
de tus llamadas.
Los silencios
que el miedo maneja
se vuelven espinos
que desgarran el acercamiento
de un regreso.
No hay citas
en nuestra agenda,
solo frases,
sentencias de genios
que marcan el camino
de vuelta a la espera.
Tú y yo,
orbitamos en diferentes espacios,
en una atracción
que nos desequilibra...
El otoño se desnuda,
la primavera se viste de luces.
Hay esperas eternas...

4 comentarios:

  1. Me gusta caminar por este escrito, así como voy…descalzo. Amortiguo mi paseo con tus sutiles letras, colchones para mis sentidos…..

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  2. sigo marcando los contrastes que pintas con tus letras, contrastes de dualidad muy bien llevados...aunque el otoño sea un señor desnudo caminando sobre una alfombra y la primavera una graciosa dama antigua, tan pudorosa que ande por los vientos que van y vienen...genial, ese hallazgo!!!
    picamiel

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  3. Bella creación. Es un placer leer como haces trascender todos los elementos del alma en la perspectiva de la espera, donde el tiempo va desde la contundente negación hasta la afirmación de algo que pareciera ser una realidad esencial.
    Un abrazo

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  4. Desde luego. Hay esperas que tienen el rostro pétreo de lo eterno, hay esperas que sólo son "estar" sin llegar nunca. Magnífico poema.

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