De derrota en derrota hasta la victoria final (bis bis).

Me tiendo al sol y todo lo que se seca es mi escozor. Gotea mi piel vestigios de otro yo que encharca de agua la acera del tendal. Pinzas de colores cosen mis hombros a un alambre que sustenta mi ser. Mis axilas en flor dan la bienvenida a un viento cálido. Mi ánimo, tenso cual tripa de tambor, bailotea a ritmos del sur. Ligero, restriego mi costurón con un devenir fácil e hipnótico, grapado a conciencia en mi inconsciencia.

Me duermo despierto en mi tendal, hasta que una ventolera se lleva las pinzas a un norte cercano y al mismo tiempo distante. No tengo apoyo, el viento no orea, bajo mis pies mi yo destilado….me engulle, me atrapa y me funde.

De derrota en derrota hasta la victoria final (bis).

Líquido entre mis dedos presiento tu aura, ocultando mentiras en verdades veladas. Reflejo de un tipo que, cuanto más parece ser yo, más se me escapa y embadurna mi lienzo de pistas erradas. Traicionero ente que porto y viaja a confines más allá de mis ojos….derrumbando fronteras….asaltando mis mapas.

Recojo tus migas de pan, cual señuelos de caza, mis dedos ya tocan tu espalda ya empapas la nada.

Me acuesto en mi cama, bostezo al alba y un acecho….sombra de tu cuerpo muerto….aflora en mi lecho. Tu aliento corroe mis sueños de nácar, ¡me huele a mañana!

Una de tantas sinopsis de “la mujer del espejo”.

Nació sin saber querer y sin ser querida y poco a poco, con la vida, fue adquiriendo pálpito. Aplastada por su madre, digerida por un mundo plano en el que no se desenvolvía. Creció entre reflejos sin pertenecerle ninguno hasta que, harta de precariedades, construyó su propio espejo.

Carmen es una cara de un poliedro que todos tenemos o, al menos, alguna vez hemos intuido pasear por nuestras tripas. Un despojo brillante que compite con la luna en plenilunio, una amazona de la carne en busca de espiritualidad, una fragancia atrapada, una hija sin padres……una boca amordazada en pleno griterío.

Aventurarse en descifrarla es saberse perdido, errado de antemano ante una eclosión de emociones fluorescentes inacabadas. A pesar de todo, no visitarla es no sentir.

El techo del cielo.

Conversión de un techo en cielo realizada por un genio. De forma caprichosa abulta lo liso, para que surjan relieves volcánicos y cráteres lunáticos, a los que los colores acuden presa de su magnetismo. Anula todo lo plano y se anida en un perecer de vueltas redondeando hasta lo líneo. Rizando rizos de aire se le va la vida por las naciones unidas. Maldito loco de la provocación, creador de chispas con las manos sin importarle límites ni arrogancias, tan solo se deja llevar por un frenesí calcáreo y asesina todo lo funcional para orientar al arte, para formar parte de lo degustado por placer, de la mutación de lo efímero en un puñado de eternidad.

SIESTA

Desde la llanura que abrazan mis pies, en ese caminar que quiere volar y nunca despega, transita mi yo.
Aquí estoy dando saltos, desafiando a la gravedad, elevándome una ínfima porción del suelo, a ver si atisbo sin medida de tiempo, el plumaje luminoso de algún ángel que vuele raso.
Harto de cansarme de saltar me deje llevar por Morfeo, en sus manos me desprendió la envoltura como si pelara una naranja...Morfeo me mostró que los Dioses aman y sufren.
Vi en un presagio a Narciso enamorado a medias y, Venus dolida, surcaba en canales de lágrimas sus ojos ennegrecidos por el rimel de Neptuno.
Era un poema para mí, verla dialogar cada noche con las flechas de Cupido. No soportaba compartir a su amado con él mismo, preso de su reflejo.
Sin tiempo, sin medida, , sin prisas, aún con todo eso, Venus quería a Narciso en su totalidad.
Ahora los titanes luchan en mi corazón, del estruendo mi mirada vuelve al mundo y mis pies a caminar, de vez en cuando daré algún salto que otro.

Mi punto cardinal.

Soy del norte, donde habita el imán que atrae la aguja de la brújula.

Soy de un norte contundente, donde la tregua renace entre su suelo y su cielo, donde el tributo lo pagas con monedas de silencio. De un norte abrigo de espuma, de un norte monte que acuna.

Soy puro norte en mi sentir de prao, norte esquivo por ser tímido, norte celda en mi mirar que es chocar contra sus muros; necesitando, con apuros, de llanuras y mesetas. Norte lento con llovizna, piel de brizna en mis mejillas…..norte que sacia mi sed con torrentes de calima convirtiendo en nostalgia mi pretérita partida.

A Eduardo.

Limbo.

Dos tramos, solo dos que disciernen lo retorcido de lo puro que filtra las tripas de las flores y las fauces de las sonrisas. Una dicotomía simple y primaria que por serlo, te obliga a dudar e intentar percibir aroma de primavera en los estercoleros al mismo tiempo que intuyes tormenta en el paraíso.

Quiero ser limbo y permanecer dudando en ese entorno donde los ángeles juegan al mus apostando sus patrimonios, taberna de malos confesos y buenos con un ombligo grande como el mundo. Que me arrastra el pellizco de los malos, su chispa en los ojos, sus patas de palo. Que me aburren los rostros perfectos, los seres alados.

Quiero ser limbo y pernoctar en sus hogares sin calor ni tejado, curiosear vestigios de vidas de trapo, saborear los silencios de los callados. Que nadie es bueno ni malo sin su reverso estampado.

Piratas inacabados.

Son tu proa y mi proa, llevan la nave a los confines del principio, abanderados con la enseña del volver a empezar. Donde el inicio aún no se resuelve por incompleto y fracturado….por recién parido.

En ellos me veo diminuto, es todo un ejercicio de proeza definir mis fronteras al sentirlas líquidas, duele su piel en mi piel hasta más allá de los sentidos. Tiendo a acaparar sus risas como propias, cuando no me pertenecen en absoluto, nacen puras y libres y las recoge el aire y éste las lanza al cielo que se abre de par en par con intención de llover desparramos de algarabía, tormentas de carcajadas.

Ellos custodian, vigilan y dirigen esta nave que, azarosamente, fluye entre trompicones y caricias…..nuestros piratas inacabados.

Y ADEMAS...

Y además tiritaba ese mi miedo oculto, que nunca se muestra. En un traqueteo visceral, un juguete infernal a sus anchas en mis adentros. Un pelele jugado en mí al oeste, vaciando el cargador de su arma de plástico rígido, con proyectiles impregnados de impotencia. Esa indefensión que embadurna por dentro mareas que arrastran al perdido...

Puedo ver al náufrago que albergo y me habita, en postura ociosa, surcar en un velero a ruedas, mi jardín prohibido. También diviso la silueta del miedo apretando una y otra vez el gatillo de plástico... vuelve el traqueteo en mi tiritar de tripas a corazón.

Y además las adelfas son bellas para la vista y veneno para el paladar ... ¡ Que bello es vivir !!!!

De tu lado.

Me siento a charlar en nuestro sillón orejero, ataviado con rostros de nudo de plátanos recién podados. Sabiéndonos los dueños del tiempo. Mascullando, entre palabras buscadas, pipas gigantes de diminutos girasoles que solo muestran su orgullo al sol y a nuestros dientes. Silencios cálidos que preceden a tormentas de ideas, todas ellas necesarias en nuestros respectivos vestidos…..que nos vestimos de idea, amigo!! Algunas trasnochadas y casi bautizadas de fin nada más nacer, otras tan grandes que nos sorprenden por su brillo y su luz, todas ellas criaturas de una verborrea alocada y milagrosa.

Ahora esperas, y en esa puñalada de tiempo, millones de segundos empujan tu equilibrio, pero tus tobillos resisten las embestidas…..por saberte grande…..por ser tenaz. Yo me postro en tu espera, seré red en tu caída y si ésta ocurre, amortiguaremos el golpe con más ideas de todos los colores tiznándose entre sí. Para que creen, no un arco iris perfecto, más bien un charco único de tamices en el que nadar y bucear sea un juego de niños.

Momento ñoño.

Gracias al blog:

…..por dotarnos de existencia más allá de la terrenal. Por hacernos letras y cobijar en tus altares nuestros demonios y ángeles. Por ser alambre en nuestro imposible equilibrio, tutor de nuestros accidentes y aguacero de fuegos hirientes.

Gracias por permitirnos pasar sin llamar, por entrar de puntillas y a caballo, por olernos hasta de lejos.

Gracias por ser un día festivo, recreo en trabajo, abrigo en invierno, colega en la soledad, por indagar sin ser visto, por vernos sin indagar, por ser pretexto para viajar.

Gracias por todo, por ser y por estar.

En flor.

Rasga, el azul opresor, mi vida brotada.
El cielo, herido de júbilo, parece sangrar nubes a borbotones por intentar ser techo de un almendro en flor.

YO CON EL MINI YO

En el oteo de esta imagen, mi ego superlativo y espectacular, mi yo expedicionario de altas cumbres, posa con delicadeza extrema sus manos seguras, sobre el enano llorón que arrastra por los mundos, irremediablemente.

Que el hombretón ahora quiere un ocho mil para respirar pureza en su cumbre, a expensas de miradas y peligros... ahora el mini yo, se acojona con solo mirar por el balcón, la existencia de vida transitando por las calles.

El diminuto enano mini yo, es un lastre, un peso muerto, el ancla que frena el ansia desbocada del gigantón. El super ego ve prudencia en las lágrimas del jodido enano que a la postre siempre tiene vértigos... Hay un delicada protección que roza la armonía, careciendo la imagen de un equilibrio deseado.

DESPUES DE IRME

Espejismo en tu vida
invisible cuando piensas,
anómala circunstancia
que envuelve y no penetra,
rareza curiosa que no conmueve.

Soy ese ser indiferente
que se diluye
en tu imaginaria boca.

A tu lado, detrás de ti,
de frente, siempre cerca.

Mirada que susurra
alientos que queman,
secretos a voces me gritan...

... Después de irme.

CASI SI, CASI NO

- ¿ Cuando marcharás ?.

- Cuando tú decidas alejarte.

- O sea no te vas.

- Transitoriamente sí. ¿ Me esperarás en el retorno ?.

- Puede ser que no.

- Se me hace tarde.

- Vas a perder el vuelo.

- Riega los geranios en mi ausencia.

- Tiré la regadora azul.

- A mi regreso hablamos.

- Solo la casa te abrirá la puerta.

- ¿ y tú donde irás ?.

- Lejos... muy lejos.

- ¿ Lejos es un sitio inalcanzable para mí ?.

- Es el lugar del nunca jamás.

- Comprendo, no voy a mostrarte mi dolor.

- Vete, vas a perder el avión.

- No quiero irme, me quedo.

- Dame tu billete.

- ¿ Por qué ?.

- Me marcho yo.

- LLévate todas tus cosas.

- Así lo haré.

- Ya casi te he olvidado.

- Solo los peces se olvidan de mi.

Cataratas Trumelbach.

Presagio de un milagro, piedra que mira y piensa.

Abstracta eras, encerrabas tus gestos en barrotes de esquirlas y formas sin forma. Grotesco amasijo de nada, espíritu de dureza, mineral quieto y manso.

Ahora me asombro de tu caída de ojos, pensativa roca que huye y guarece su alma tímida, ceño centrado en una mente calcárea que juega y que llora. Me emociona tu ser creado a cincel, toco tu barba y peino mis dedos con tu cabello…...me siento más pétreo que tu textura, que seguro cabalga en un aire cálido donde el vaho nunca late.

Versión libre y depravada de "Ojala" de Silvio Rodríguez....espero que algún día se me perdone tal atropello. No pongo foto por autocastigo.

Ojala que tu escarcha se apodere de todos los cuerpos,
y que salga en ventura a buscar otro pan.
Ojala que tu piel deje de dar luz al día
apuñalando a la luna.

Ojala que la magia sepa huir de ti.
Ojala que las nubes no envidiasen tu imagen.
Ojala se entierre tu mirada cautiva,
el bailar de tus pasos, tu fragancia opresora.

Ojala pase algo que aniquile tu ahora,
un mañana presente, un romper con el tiempo.
Ojala por lo menos que me atrape la pausa,
para no saberte, para desconocerte.
En todos mis latidos, en todas mis versiones.
Ojala que no pueda elogiarte en oraciones.

Ojala que los mares no saluden tus pasos con las olas.
Ojala que en tu sombra no se mezcle el ocaso.
Ojala exprese miedo el suelo que andas deambulando.
Ojala que las ansias se paren frente a mi,
en mi cueva instaurada de pretéritos parcos.

LA PERCHA DE LOS BOSQUES

Rasgaré los brillos de mis vestiduras

hasta ser la percha de los bosques.

Seré la mirada del mar en el ojo de la luna.

Regaré tus raíces para que brotes al sol,

podaré lo muerto para abonar la vida.

Nos comeremos el ave Fénix para almorzar,

mojaremos la ilusión en las aguas del Niágara...

A jirones se desquebraja donde no se ama.

Me espera el amanecer en su gran teatro,

me llama en mi sueño para que despierte

en su vida,

para que actúe sin ser testimonio.

A Marta.

¡¡Guau!!

El eco se encargará de propagar nuestro océano de espuma y saliva. Correré tu cintura vertiente abajo, pasearé tus valles y escalaré tus picos para clavar la bandera de mi abrazo. Entusiasmado y alborotado, descubriré patios en tu vientre donde ubicar mil recreos. Con tu risa saltaré a la comba, en tus muslos yaceré la siesta y en el ocaso de tu comisura saborearé la puesta con mi lengua. Ambos, borrachos el uno del otro, retozaremos niños y en jauría aullaré tu nombre, para que puedan evacuarte al mediodía……………………o algo así.

Claro, que lo mismo te lo piensas dos veces antes de subir a sitios desde los que desconoces bajar. O te haces una cometa con hilos de plata para que cuelgue tu candorosa existencia del suelo de las nubes, o bebes una garrafa de helio y vuelas como un globo de feria….lo que prefieras, con tal de no tocarme los guaku-guakus, dominguera!!

PUNTILLAS Y TACONAZOS

Entre los huecos de mis fisuras entrastes como de puntillas, para llenar los vacíos y cubrirlos de tu armoniosa presencia.

Así eras tú en los principios, esos inicios donde se gesta el amor en la trastienda, fuera de las miradas de los curiosos. Moviendo los hilos de mi corazón, seduciendome con la nobleza de tu sentir.

Delicada como nadie andabas de puntillas por la cuerda floja de mi vida y el mundo muy lejos tronaba...

En el extremo de esta calle, donde mi vista no divisa el bulto lejano que se aproxima, pero sí mis oídos perciben esos tantanes de guerra, que pulsan tus talones en un traqueteo infernal de taconazos, como dando palmas anda tu cuerpo. ¡Seguro que te acompaña el duende de Camarón de la Isla!.

Mientras espero tu llegar me digo pensando, que nuestro amor se ha vuelto sordo, solo sabe gritar...

...Volando voy volando vengo en un expreso de media noche, a mí la legión.

CIRCULOS Y MARIPOSAS

Para Godofredo atrás quedaron las ligaduras que amordazaban cualquier acto espontáneo, carecía de frescura en sus expresiones para alternar con la vida, en una palabra, su extrema timidez reducía las relaciones sociales. Su ansia provocaba un frustrante anhelo hiper activo de relacionarse con el prójimo.

Solo germinaba en él un mundo interior, territorio donde la soledad ejercía de carcelero o frontera divisoria de los submundos que dan forma a la vida.

Solo el transcurrir del tiempo, dio paso a una secuencia de cavilaciones positivas a la hora de exteriorizar sus emociones mas enquistadas.

Godofredo echó lastre y rienda suelta, se desempolvó lo no vivido con un acto sublime. En su ordenanza de submundos creados con un sol de bombilla de todo a cien, se sintió hastiado, no era suficiente cualquier construccíón prefabricada de anhelos...

Cogió una tiza roja que reflejara su pasión cautiva y con ligero temblor de manos, llenó todo el barrio de círculos y mariposas... Poco después se cambió de nombre, su fue a otra ciudad.